¿Qué es un servidor proxy?
Un servidor proxy es un equipo que actúa de intermediario entre un explorador web (como Internet Explorer) e Internet. Los servidores proxy ayudan a mejorar el rendimiento en Internet ya que almacenan una copia de las páginas web más utilizadas. Cuando un explorador solicita una página web almacenada en la colección (su caché) del servidor proxy, el servidor proxy la proporciona, lo que resulta más rápido que consultar la Web. Los servidores proxy también ayudan a mejorar la seguridad, ya que filtran algunos contenidos web y software malintencionado.
Los servidores proxy se utilizan a menudo en redes de organizaciones y compañías. Normalmente, las personas que se conectan a Internet desde casa no usan un servidor proxy.
SERVIDOR PROXY
SERVIDOR PROXY
Características
La palabra inglesa proxy significa procurador en español.
El uso más común es el de servidor proxy, que es un ordenador que intercepta las conexiones de red que un cliente hace a un servidor de destino.
De ellos, el más famoso es el servidor proxy web (comúnmente conocido solamente como «proxy»). Intercepta la navegación de los clientes por páginas web, por varios motivos posibles: seguridad, rendimiento, anonimato, etc.
También existen proxy para otros protocolos, como el proxy de FTP.
El proxy ARP puede hacer de enrutador en una red, ya que hace de intermediario entre ordenadores.
Proxy (patrón de diseño) también es un patrón de diseño (programación) con el mismo esquema que el proxy de red.
Un componente hardware también puede actuar como intermediario para otros.
Como se ve, proxy tiene un significado muy general, aunque siempre es sinónimo de intermediario. Cuando un equipo de la red desea acceder a una información o recurso, es realmente el proxy quien realiza la comunicación y a continuación traslada el resultado al equipo que la solicitó.
Hay dos tipos de proxys atendiendo a quien es el que quiere implementar la política del proxy:
proxy local: En este caso el que quiere implementar la política es el mismo que hace la petición. Por eso se le llama local. Suelen estar en la misma máquina que el cliente que hace las peticiones. Son muy usados para que el cliente pueda controlar el tráfico y pueda establecer reglas de filtrado que por ejemplo pueden asegurar que no se revela información privada (Proxys de filtrado para mejora de la privacidad).
proxy externo: El que quiere implementar la política del proxy es una entidad externa. Por eso se le llama externo. Se suelen usar para implementar cacheos, bloquear contenidos, control del tráfico, compartir IP, etc.
Ventajas: En general (no sólo en informática), los proxies hacen posible:
Control: Sólo el intermediario hace el trabajo real, por tanto se pueden limitar y restringir los derechos de los usuarios, y dar permisos sólo al proxy.
Ahorro: Sólo uno de los usuarios (el proxy) ha de estar preparado para hacer el trabajo real. Con estar preparado queremos decir que es el único que necesita los recursos necesarios para hacer esa funcionalidad. Ejemplos de recursos necesarios para hacer la función pueden ser la capacidad y lógica de cómputo o la dirección de red externa (IP).
Velocidad: Si varios clientes van a pedir el mismo recurso, el proxy puede hacer caché: guardar la respuesta de una petición para darla directamente cuando otro usuario la pida. Así no tiene que volver a contactar con el destino, y acaba más rápido.
Filtrado: El proxy puede negarse a responder algunas peticiones si detecta que están prohibidas.
Modificación: Como intermediario que es, un proxy puede falsificar información, o modificarla siguiendo un algoritmo.
Desventajas
En general (no sólo en informática), el uso de un intermediario puede provocar:
Anonimato: Si todos los usuarios se identifican como uno sólo, es difícil que el recurso accedido pueda diferenciarlos. Pero esto puede ser malo, por ejemplo cuando hay que hacer necesariamente la identificación.
Abuso: Al estar dispuesto a recibir peticiones de muchos usuarios y responderlas, es posible que haga algún trabajo que no toque. Por tanto, ha de controlar quién tiene acceso y quién no a sus servicios, cosa que normalmente es muy difícil.
Carga: Un proxy ha de hacer el trabajo de muchos usuarios.
Intromisión: Es un paso más entre origen y destino, y algunos usuarios pueden no querer pasar por el proxy. Y menos si hace de caché y guarda copias de los datos.
Incoherencia: Si hace de caché, es posible que se equivoque y dé una respuesta antigua cuando hay una más reciente en el recurso de destino. En realidad este problema no existe con los servidores proxy actuales, ya que se conectan con el servidor remoto para comprobar que la versión que tiene en caché sigue siendo la misma que la existente en el servidor remoto.
Irregularidad: El hecho de que el proxy represente a más de un usuario da problemas en muchos escenarios, en concreto los que presuponen una comunicación directa entre 1 emisor y 1 receptor (como TCP/IP).
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